Precisamente en estos tiempos, el preparar buen café en la casa está tomando un papel preponderante. Hemos venido experimentando aquí en España y también en otros países el desarrollo del café de especialidad que llega al consumidor sobre todo de la mano de las cafeterías de especialidad, en donde podemos degustar un café preparado por baristas e incluso comprar café en grano para llevar a casa.
Y es este último punto el que me interesa mucho poder reforzar; no solo haciendo llegar buen café a las casas de los consumidores, sino acompañándolo con la formación adecuada para que puedan prepararlo de la mejor manera, ahora que nos toca pasar más tiempo en casa.
Pero, ¿cómo escoger un buen café?
Para ello es necesario que conozcamos varios conceptos clave. El primero de ellos es su origen: el café es una fruta y para su cultivo, procesado y tostado se necesitan de muchas manos en la llamada cadena del café, esto debemos aprender a valorarlo mejor.
El siguiente paso es aprender a distinguir entre café comercial y café de especialidad.
El café comercial es el producto que por lo general, encontramos en los supermercados. Pero una forma de distinguirlo es por su sabor. Y es que el sabor predominante en los cafés de mercado comercial es el sabor a «tostado» y cuando hablamos de tostado, nos referimos a un tostado oscuro, alto, que se suele asociar al sabor a quemado, como cuando tuestas por mucho tiempo una rebanada de pan.
Por su parte, el café de especialidad es muy diferente. Se llama de «especialidad» porque desde su cultivo hasta que se prepara ha sido cuidado de manera especial dando prioridad a la calidad. Y es por ello que el tueste muy oscuro no es la media en un café de especialidad. Prevalecen los tuestes en donde todo el potencial de su sabor pueda expresarse.
Así que, en un café de especialidad encontraremos notas de sabor como el azúcar moreno, chocolate, miel, frutos secos, en otros incluso hay notas frutales y florales, ¡un mundo lleno de distintas posibilidades!
Si lo preparamos correctamente, el café de especialidad se convierte en un pequeño lujo que podemos permitirnos. Y aquí es donde entra nuestra propuesta, de la cual hablamos ampliamente en nuestro vídeo clase gratuita, www.divino.cafe
¿Qué te parecería ser parte de una suscripción mensual para recibir una selección hecha por nosotros de excelentes cafés tostados por microtostadores de España? A ello le queremos sumar aún más , y es el valor de la educación en cultura de café: cada entrega vendrá acompañada de una sesión online formativa en café. ¡Estamos preparando un material muy especial para ello!
Y hablando de dicho acompañamiento -que deseo darte cuanto recibas tus cafés- te quiero dejar con más consejos generales al momento de prepararlo por ti mismo.
Claves para una buena preparación en casa
Aunque cada método para preparar café tiene su propia técnica, existe una serie de principios que puedes aplicar para mejorar tu técnica:
- Escoge café fresco: Nos referimos a un tueste fresco. Un café de no más de 3 meses de haber sido tostado es mi sugerencia. Y esto es muy importante porque la frescura del tueste garantiza la frescura de los aromas y sabores desarrollados. En cuanto el café se muele, todos estos aromas serán liberados. Y esto nos lleva al siguiente punto.
- Invierte en un molinillo o molino: Como dije, los aromas del café comienzan a liberarse exponencialmente en cuanto molemos sus granos. Por eso, un paquete de café molido pierde más rápido sus propiedades. ¡Hay que moler al momento de preparar el café! Notarás la diferencia. Invertir en un molino, no siempre tiene que ser una gran inversión de dinero, pero te aseguro que vale la pena.
- Usa una balanza: Todos los baristas utilizan balanza para ser precisos y para replicar los resultados taza tras taza. Con la balanza pesaremos el café y el agua que utilizaremos.
- Aplica una «receta»: En términos profesionales este concepto es el «ratio», es decir, la proporción de agua y café. Una de las proporciones o ratios más usados es el 1:16 (por 1 gramo de café, 16 de agua), pero puedes variarla según tu método o tu gusto por un café más concentrado o más diluido.
- Evita usar agua hirviendo: En todos los métodos para filtrar café utilizamos el agua caliente pero no en el punto de hervor, sino antes. En caso de no tener una tetera que indique la temperatura, puedes optar por dejar hervir el agua, luego esperar y bajar temperatura por 1 minuto aproximadamente para luego utilizarla.
- Utiliza el método que tienes: Aunque estoy seguro de que irás avanzando en tu conocimiento de café, te recomiendo comenzar por perfeccionar el método que tienes ahora en tu casa: puede ser la prensa francesa, la moka italiana o ese aeropress del que te hiciste hace tiempo.
Espero que este primer vistazo a la cultura del café y a cómo prepararse un buen café en casa te haya inspirado. Queremos impulsarte en dicho camino a través de mi libro algrano.cafe o de nuestros cursos online para llegar a ser un especialista en café.